La Segunda Jornada de Socialización de Investigación Educativa de 2025 reunió a docentes del Departamento de Educación en un espacio de diálogo constructivo sobre proyectos de investigación culminados y en proceso.
Primero, se conversó en torno a la investigación titulada “La escuela pública como territorio: cartografía y tensiones”, realizada por el Dr. Alex Sánchez (Educación PUCP) y el Mag. José Pajuelo (Arquitectura PUCP).
Esta investigación permitió comprender cómo los directivos de escuelas públicas de Lima representan su entorno y cómo este influye en la construcción de la comunidad escolar. A través del análisis de cartografías elaboradas por los propios directivos, se identificaron tres dimensiones del territorio escolar —física, perceptual y social— que revelan la relación entre la escuela y su entorno urbano.
Los hallazgos muestran que ciertos espacios cercanos, como jardines, parques y mercados, se transforman en espacios urbanos pedagógicos, donde se desarrollan aprendizajes, socialización y actividades comunitarias. En el caso de Magdalena del Mar, el jardín próximo a la escuela se consolida como un espacio protegido de encuentro y juego; mientras que en Pueblo Libre, los parques y el micromercado se articulan con la municipalidad para actividades educativas y ambientales. En conjunto, el estudio evidencia que la escuela pública no solo cumple una función educativa, sino también territorial y social, al contribuir a la formación de comunidades escolares vinculadas con su entorno.
Segundo, se conversó en torno a la investigación titulada “Prácticas informacionales desde la mirada de los niños en Perú”, realizada por la Dra. Augusta Valle (Educación PUCP).
Esta investigación permitió analizar cómo niñas y niños de 10 a 12 años de escuelas públicas comprenden, usan y representan los entornos digitales. A partir de sus propias voces, el estudio revela que los niños se apropian funcionalmente de las tecnologías, utilizando buscadores, redes sociales y plataformas digitales para aprender, entretenerse y socializar, aunque con escasa evaluación crítica de las fuentes.
Sus representaciones sobre Internet son ambivalentes: lo conciben como un espacio útil para el aprendizaje y la diversión, pero también peligroso y riesgoso, influenciados por discursos adultos cargados de temor y tecnodeterminismo. Los hallazgos muestran que los niños desarrollan estrategias autónomas y procedimentales (como gestionar cuentas o algoritmos), desafiando la idea de “usuarios pasivos” y evidenciando su agencia informacional. El estudio concluye que integrar los enfoques de Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) y Everyday Life Information Seeking (ELIS) permite reconocer aprendizajes cotidianos valiosos que deberían incorporarse al ámbito escolar para fortalecer competencias críticas y una relación más reflexiva con el entorno digital.