06 de junio del 2025

CISE y el Departamento de Educación realizan la Primera Jornada de Socialización de Investigación Educativa de 2025

La Primera Jornada de Socialización de Investigación Educativa de 2025 reunió a docentes del Departamento de Educación en un espacio de diálogo constructivo sobre las investigaciones que algunos docentes han realizado en el último año.

Primero, se conversó en torno a la investigación titulada “La escolarización como una herramienta para el logro de la autonomía de las niñas, niños, adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) para desenvolverse en el ámbito social y jurídico en el Estado peruano”, realizada por la Magíster Carmen Sandoval (Educación PUCP) y la Magíster Consuelo Barletto (Derecho PUCP). 

Esta investigación permitió comprender que la escolarización juega un rol fundamental en el desarrollo de la autonomía de niñas, niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), en tanto les permite desenvolverse con mayor independencia en los ámbitos social y jurídico en el Perú. El estudio demuestra cómo la educación inclusiva, si se basa en el modelo social de la discapacidad, puede potenciar las habilidades comunicativas, sociales y adaptativas del alumnado con TEA. Sin embargo, se identifican importantes barreras estructurales y culturales, como los estigmas y estereotipos, que limitan su inclusión plena y el ejercicio efectivo de sus derechos. 

Se discutió sobre la importancia que tiene la formación inicial docente para sostener los procesos de inclusión en aula y sobre la estrategia de “ajustes razonables” que plantea la norma educativa para sostener espacios de real aprendizaje y socialización en el marco de la diversidad y discapacidad en aula. 

Segundo, se conversó en torno a la investigación titulada “El efecto duradero del confinamiento en la apropiación de las técnicas digitales de los profesores de primaria” realizado por el Dr. Théo Martineaud (Universidad de Poitiers – Francia). 

Esta investigación situó la discusión en el impacto del confinamiento por la COVID-19 en las prácticas digitales profesionales de las y los docentes. El estudio revela que si bien el confinamiento no originó nuevas prácticas tecnopedagógicas de forma sostenida, sí actuó como un catalizador que forzó la adopción temporal de tecnologías digitales para mantener el vínculo pedagógico. Se evidenció un aumento de la autoformación docente, una centralidad de la dimensión afectiva en la relación con las y los estudiantes y una fuerte desigualdad en el acceso y uso de las tecnologías. La vuelta a clases presenciales permitió a los docentes revalorizar la escuela como espacio social insustituible, y aunque algunos aprendizajes digitales se conservaron, la mayoría fueron abandonados o limitados en su permanencia.

Ambos estudios, en contextos diferentes, han sido muy interesantes pues convergen en resaltar el papel de la escuela como espacio clave para el desarrollo personal y social, pero también muestran cómo las condiciones estructurales (jurídicas, tecnológicas o culturales) pueden potenciar o restringir ese rol.